jueves 1 de marzo de 2012
Ngovayang - Camerún
En estos días que corren en que parece que la corrupción es el pan de cada día, en que el egoísmo y el siempre querer más ha llevado a muchos países a una crisis económica como nunca antes y aun así el aparentar y querer tener lo último en tecnología, moda o motor siguen siendo las preocupaciones de muchos, quiero hablaros de Ngovayang, un lugar repleto de bondad, dónde no hay sitio para materialismos.
Por suerte aún hay gente que se toma la bondad al pie de la letra y predica con el ejemplo, éste es el caso de Pablo Panyagua, el cura del Hospital de Ngovayang en Camerún y de las monjas de la congregación de las pequeñas hermanitas de la caridad que le ayudan. Su historia es de las que conmueven, después de haber estado en campos de refugiados en el Congo y Ruanda, ya en su edad de jubilación fue destinado cerca de su casa, a la Biblioteca de Santiago de Compostela. Aquél cambio de vida radical no iba con él que pensaba que su lugar era ayudando a los que más lo necesitan así que, no sin mucho presionar, consiguió que lo trasladaran a Camerún.
Pablo ha tenido malaria varias veces y no se medica, "¿para qué?", decía. Superando mil y una adversidades, Pablo se arremangó para llevar adelante un pequeño hospital con farmacia y cuando fui en 2008 estaba construyendo una escuela-internado para las niñas pigmeas de la zona, cree que la educación es la única forma de salvar a aquellas niñas y darles un futuro. Las monjas que le ayudan hacen de madre, hermana, psicóloga, profesora, comadrona y enfermera para toda la comunidad pigmea a la que básicamente se deben.
Pablo no es el típico cura que te habla de Dios, él habla de personas, toca de pies al suelo y entiende las diferentes culturas, religiones y formas de vivir. Pablo y las pequeñas hermanitas son la definición de bondad: dar todo sin esperar nada a cambio. Muchos tendríamos que aprender de ellos...
¿A quien no le gusta el relax? En estas vidas tan ajetreadas que llevamos, dedicarnos unos momentos a nosotros mismos para disfrutar y que nos cuiden no debería ser un lujo sino un requisito. En casa seguimos esta filosofía, por eso siempre que podemos hacemos una escapadita a algunas termas o balnearios. Las termas que hoy os presento se llaman Aire de Barcelona y la verdad es que cuando fuí salí entusiasmada y más que relajada. En el barrio del Born, Aire de Barcelona ha restaurado unos antiguos baños públicos para recrear unos baños árabes en una atmosfera de silencio, aromaterapia, relax y bienestar. Podrás disfrutar de baños de diferentes temperaturas, de vapor y de sal, masajes personalizados y una variada selección de frutas, zumos y tés para mimar no sólo tu exterior, sino también tu interior.
Foto: Aire de Barcelona |
Mi experiéncia fue espectacular, sólo entrar en recepción ya te relajas del estrés de la calle. La música, el personal, la decoración, todo está pensado al mínimo detalle para que te evadas de tu día a día, te relajes y disfrutes. Probé todas las piscinas, de la más caliente a la más fría (helada!) y terminé con un té de menta y un masaje craneal. Salí con ganas de volver a entrar! Súper relajada y revitalizada, como si me hubieran cargado las pilas de energía positiva.
Foto: Aire de Barcelona |
Foto: Aire de Barcelona |
Aire de Barcelona abre cada día con un horario desde las 10 de la mañana a las 12 de la noche y hasta las 2 de la madrugada de miércoles a sábado y las vísperas de festivos. Sólo cierran el 25 de Diciembre y el 1 de Enero (ellos también merecen descansar, no?). Es imprescindible reservar, ya que para evitar aglomeraciones y asegurarte el relax que te mereces las sesiones van por turnos de hora y media - dos horas, con los masajes incluídos.
Foto: Aire de Barcelona |
Foto: Aire de Barcelona |
Puedes reservar por online:
por email: reservas@airedebarcelona.com o por teléfono: (+34) 902 555 789. También puedes mimar a tus seres queridos con una caja regalo que puedes comprar directamente en las termas o online: http://80.24.133.49:2222/banos/reservas2/bonovirtual.aspDéjate mimar! © www.airedebarcelona.com
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